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«Aún estamos a años luz de poder clonar seres humanos»
26/06/2013. Los más recientes estudios con células madre enfocados a futuras terapias médicas apuntan a la placenta como un tejido del que obtener estas células para luchar con más eficacia contra cáncer de mama o enfermedades relacionadas con el hígado, entre otras líneas de trabajo. Ana Isabel Flores, investigadora principal del grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre de Madrid, explica cómo la medicina será cada vez «más específica, más segura y más dirigida» gracias a las terapias derivadas de células madre. Flores forma parte del equipo de investigadores del Grupo de Medicina Regenerativa del Instituto de Investigación del Hospital 12 de octubre, que en 2011 evidenciaron que las células madre mesenquimales de placenta se transforman en hepatocitos –células del hígado–, con la posibilidad de regenerar el órgano lesionado de forma eficiente.
P. ¿Qué es y cómo actúa una célula madre?
R. Es una célula comodín o una célula en blanco que es capaz de diferenciarse a uno o a varios tejidos. Además una célula madre es capaz de dividirse y dar lugar a otra célula madre por lo que son una fuente inagotable de tejidos.
P. ¿Cuál es la característica más destacada de estas células?
R. Lo que más me fascina de las células madre es que, cambiando el microambiente, la célula madre es capaz de dirigirse hacia un tejido o hacia otro. Intentar comprender el mecanismo que regula eso tan fino de que vaya hacia un lado o hacia otro me parece fascinante.
P. ¿Cómo afectarán estas investigaciones a la medicina de los próximos años?
R. Será mucho más específica, más segura y más dirigida. Las células madre van a ayudar a reparar tejidos. Incluso mediante la ingeniería de tejidos se van a poder crear órganos en el laboratorio. Yo creo que habrá significativos avances... Y si juntamos la genética con la farmacología obtendremos terapias mucho mejores porque vamos a saber qué medicamento le va mejor a un individuo concreto.
P. La investigación con células madre está rodeada algunas polémicas ¿Qué mensaje trasladaría a la sociedad?
R. Cuando se oye hablar de células madre, muchos todavía creen que se crean embriones específicamente para trabajar con ellos. Eso no es cierto. Los que trabajan con células madre embrionarias proceden de embriones que ya no van a ser usados para la fertilización in vitro y que se hubieran destruido de todas maneras. Y con esas células de esos embriones no se va a crear ningún ser humano ni se va a clonar ningún ser humano como alguna gente habla. Eso es imposible. Además, no todo el mundo trabaja con células madre. Es un pequeño grupo de investigadores. La mayor parte de los investigadores trabajamos con células madre adultas, obtenidas de tejidos adultos como la médula, la grasa, la sangre de cordón umbilical o la placenta.
P. Recientemente se ha clonado una célula madre y se ha vuelto a generar debate sobre el dilema ético...
R. Que se haya clonado una célula humana no significa que se vaya a clonar un ser humano. Por muchísimas razones. Primero éticas. La mayoría de los científicos tienen muy claro dónde están los límites. Segundo: Se tardaron años en conseguir a la oveja Dolly y después de ella se ha tardado más de una década en poder hacer lo mismo con las células humanas. Los humanos somos tremendamente complicados y va a ser muy difícil obtener un ser vivo a partir de un clon. Esta investigación, además, necesita ser validada por otros grupos. Y aunque hayan conseguido este clon, no significa que una vez transferido a una vientre materno vaya a ser viable. Sinceramente, creo que aún estamos muy lejos de poder conseguirlo. Aunque quizás haya llegado el momento de regularlo. Y tercero: por razones económicas. Conseguir clones de células humanas es tremendamente costoso económicamente. Imagínate lo que supondría además conseguir un ser vivo clonado. Aún estamos a años luz de poder clonar seres humanos, si es que alguna vez se consigue. Si no hemos conseguido aún curar la mayoría de nuestras enfermedades, ¿cómo vamos a ser capaces de desvelar el más auténtico de los misterios que es cómo se configura un ser vivo?
P. Usted se ha centrado en la investigación sobre las célucas obtenidas a partir de la placenta. ¿Qué novedades aporta?
R. Consiste en aislar de un tejido de desecho que no supone ningún riesgo para el paciente células madre adultas, por lo que tampoco tiene ningún tipo de conflicto ético. Esas células tienen una capacidad muy importante de diferenciación de tejidos y de proliferación (obtener gran cantidad de células en laboratorio para transplantes). Otro aspecto importante de estas células es que son genómicamente estables durante el cultivo en el laboratorio con lo que no causarán tumores durante el transplante. Además, no van a inducir rechazo. Por tanto, de un único donante se podrán utilizar en múltiples pacientes. Ahora estamos centrados en dos líneas de investigación. La regeneración hepática y el cáncer de mama. Pero, además, colaboramos en otras investigaciones como son terapias relacionadas con esclerosis múltiple o regeneración ósea.
P. ¿La cura del alzhéimer pasa por las terapias celulares?
R. Las células madre se han diferenciado a neuronas con lo que probablemente se puedan aplicar como terapia para otro tipo de enfermedades como demencia o párkinson. El alzhéimer es una enfermedad más compleja y presenta mucho deterioro del cerebro en zonas muy extensas. Por eso, probablemente, las células madre no consigan reemplazar las neuronas. Lo que sí que se ha visto en experimentos con animales es que las células madre protegen a las neuronas que todavía están vivas. Por lo tanto, más que un efecto de reemplazo, las células madre protegerán del deterioro que produce el alzhéimer. Entonces, si conseguimos frenar la enfermedad en los estadios tempranos de la misma ya será importante.
P. Durante siglos se han buscado remedios externos y ahora, sin embargo, estamos viendo que los remedios paa muchas enfermedades están en nosotros mismos...
R. Así es. La naturaleza es muy sabia. Además, nuestro cuerpo tiene pequeños grupos de células madre en todos los órganos y cuando hay pequeños daños que se producen normalmente, estas células madre lo reparan. Cuando ese daño es muy extenso se produce la patología y se necesita intervenir.
Fuente: La Razón