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Una vejiga de cerdo sin células para reparar el músculo humano
30/04/2014. Científicos de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) han demostrado, primero en animales y después en cinco pacientes con graves heridas musculares en brazos y piernas, que una matriz extracelular obtenida a partir de un órgano donado sobre el que se cultivan las células madre del propio receptor puede ejercer por sí misma la función regenerativa, según informa el diario El Mundo.
En este caso, el equipo empleó una matriz fabricada a partir de la vejiga de un cerdo completamente descelularizada para lograr una proliferación celular suficiente para reparar las lesiones musculares, pero en vez de repoblarla previamente con las células de los cinco voluntarios, simplemente la colocaron en el lugar de la herida. En un plazo entre 24 y 48 horas tras el implante, comenzaron un intenso programa de ejercicio físico. Los investigadores creen que esta terapia física podría haber despertado las señales necesarias favorecer la conversión in situ de las células madre en células musculares, hasta el punto de que seis meses después de recibir el implante se observó una densa formación de músculo en el lugar de la lesión; los cinco pacientes mostraron una mejoría en su calidad de vida y en tres de ellos se pudo medir una mejoría funcional de aproximadamente un 25%.
La matriz basada en el tejido del cerdo (del que únicamente quedan las proteínas, el colágeno y algunas fibras que mantienen el armazón) se va degradando progresivamente en el organismo humano, pero cumple perfectamente su función de movilizar, reclutar y transformar células madre en células musculares, jóvenes y sanas, que ocupan su lugar en la zona de la lesión. Es un material biodegradable que ya se emplea en otras cirugías, como soporte, por ejemplo, de la pared abdominal o las prótesis de mama. Al carecer de células, no implican riesgo de rechazo.
Los autores apuntan dos caminos por los que seguir indagando: trabajar con lesiones musculares más recientes que no haynn sido tratadas y comprobar si la implantación de una matriz descelularizada cumple la misma función regenerativa en otros órganos del cuerpo. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Science Translational Magazine.