Cuota de mantenimiento: garantía de futuro
El hecho de que algunas compañías añadan una cuota de mantenimiento al precio del servicio de crioconservación y otras no es muy significativo. Existen razones que justifican el cobro de esta cuota anual y, de hecho, hacen preferible la contratación de una compañía que las cargue:
El proceso de conservación de las células madre no finaliza con su depósito en el tanque de nitrógeno líquido. El mantenimiento de la muestra en perfectas condiciones conlleva una serie de gastos: mantenimiento de las instalaciones, suministros (por ejemplo, la luz que alimenta el tanque de nitrógeno líquido), salarios del personal (de laboratorio, de seguridad que controla el acceso a los recintos, administrativo, etcétera) o pruebas de calidad periódicas realizadas sobre las muestras, entre otros.
Lógicamente, estos gastos afectan a todos los bancos de células madre del mundo, tanto públicos como privados. Por ejemplo, el Plan Nacional de Sangre de Cordón estima el coste del almacenamiento de cada unidad de SCU en los bancos públicos españoles en 40 euros anuales. El hecho de que una compañía de crioconservación no cobre la cuota de mantenimiento a sus clientes no significa que estos gastos no existan.
Las compañías que cargan a sus clientes un importe único deben asumir el abono de estos gastos al banco de crioconservación, pues de lo contrario no podrían garantizar la continuidad de la muestra de células madre. En este caso, el método más seguro sería la provisión de fondos destinados al mantenimiento de cada una de estas muestras durante el periodo de contratación y estimando las subidas del IPC. Tomando como referencia el gasto anual por muestra en nuestro sistema público, el mantenimiento durante 20 años ascendería a 800 euros, sin considerar las subidas de precios durante este periodo. Estos 800 euros, sumados al kit de extracción, su recogida, el traslado al laboratorio, el procesamiento, la crioconservación y los gastos de personal y estructurales, harían inviable la obtención de beneficios, lo cual no tendría sentido tratándose de empresas privadas. En este caso, otra opción para el banco privado sería cubrir los gastos generados por las muestras conservadas con los ingresos procedentes de las nuevas contrataciones, opción arriesgada que no aporta ninguna garantía de continuidad (efecto piramidal). Si la correcta crioconservación de las células madre depende de los resultados económicos o del número de muestras almacenadas por una empresa, ¿qué sucedería si estos resultados fueran negativos? ¿Cómo se afrontarían estos gastos cuando la cantidad de muestras almacenadas siguiera creciendo exponencialmente, pero el número de nacimientos anuales se estancara y la compañía no pudiera aumentar más su cuota de mercado? ¿Estaría garantizada la continuidad de la crioconservación de la muestra de vuestro bebé en esos casos?
En países con una larga trayectoria en crioconservación, como Estados Unidos, más del 90% de los bancos privados cargan cuotas anuales.
En definitiva, un sistema sostenible se basa en la asunción de los padres del bebé de los costes de mantenimiento. El pago de cuotas anuales de mantenimiento y el depósito de la muestra en un banco sólido y fiable aseguran su perfecta conservación. Si habéis tomado la decisión de conservar las células madre de vuestro bebé, VALE LA PENA hacerlo con todas las garantías.